Hakomi se denomina a veces "autodescubrimiento asistido" porque hace hincapié en la participación activa del cliente en su propio proceso de curación. El término refleja la filosofía Hakomi, que considera que el papel de la terapeuta es principalmente de apoyo y facilitación, más que directivo. En Hakomi, la alianza entre el cliente y la terapeuta es colaborativa, dirigida por el cliente y no violenta.

Durante una sesión Hakomi, la terapeuta te invita a centrarte en tu experiencia presente durante breves momentos, que suelen durar un minuto o menos. Aunque no es necesario tener experiencia previa en meditación o atención plena, es importante cultivar una sensación de calma y concentración para observar tus propias reacciones.

Durante estos momentos, la terapeuta observa atentamente tus señales no verbales, como el tono de voz, los movimientos, los gestos, la postura, las expresiones. A continuación, comparte estas observaciones contigo, invitándote a explorarlas con apertura y curiosidad a través de la autorreflexión.

El método Hakomi se basa en la interocepción, es decir, en la capacidad de percibir señales corporales internas como el aleteo de las mariposas en el estómago o cambios sutiles en los patrones de respiración. La terapeuta facilita este proceso guiándote hacia estados de atención plena, aunque no tengas experiencia previa en meditación.

Cuando las sesiones son en persona, la terapeuta puede incorporar el tacto, como poner una mano suave sobre los hombros, para ayudar en el proceso de autoaprendizaje. Sin embargo, no en todas las sesiones habrá contacto físico, y la terapeuta siempre pedirá tu consentimiento antes de cualquier contacto físico. Es importante tener en cuenta que el uso del tacto nunca tendrá una intención sexual.

Cuando se habla de la terapia conversacional tradicional, normalmente se hace hincapié en los enfoques psicodinámicos arraigados en el psicoanálisis. Reconocemos la inestimable contribución de pioneros como Freud y Jung, que sentaron las bases de la psicoterapia en el siglo pasado. Sin embargo, la neurociencia experimental ha demostrado que reinventamos nuestros recuerdos cada vez que los recuperamos, por lo que centrarse en los recuerdos no es la mejor forma de curarse. Eso puede explicar por qué algunas personas permanecen años en terapia hablada sin ver grandes resultados.

Además, investigaciones fundamentales de Peter Levine, Bessel van der Kolk y Stephen Porges, entre otros, han demostrado que, al igual que otros mamíferos, gran parte de nuestros traumas residen en el cuerpo. Por lo tanto, quedarnos en el ámbito cognitivo de la corteza prefrontal no es muy eficaz: también tenemos que escuchar al cuerpo.

Por último, en la terapia conversacional tradicional, la terapeuta asume un papel protagonista, interpretando las narraciones del cliente. En cambio, en Hakomi y otros métodos centrados en el cliente inspirados en Carl Rogers, es el cliente quien guía el proceso. Al igual que una doula, el papel de la terapeuta es fomentar un contenedor seguro en el que el cliente pueda recorrer su propio camino de autodescubrimiento y crecimiento.

No. Somatic Experiencing es un método desarrollado por Peter Levine que se centra en la curación del trauma. Ayuda a las personas a liberar traumas almacenados mediante el seguimiento de sensaciones y movimientos corporales, de modo que puedan aliviar traumas almacenados en el sistema nervioso.

Los y las terapeutas Hakomi y de Somatic Experiencing comparten antecedentes teóricos similares, como la Teoría Polivagal de Stephen Porges y el trabajo de Bessel Van der Kolk. Al igual que Hakomi, la Experiencia Somática puede emplear el tacto suave, el movimiento y la conciencia corporal.

Sin embargo, el metodo Hakomi no sólo se emplea en el trabajo con traumas, sino que se adapta a personas que afrontan diversos retos vitales.

La Terapia Sensorimotriz fue desarrollada por la clínica Pat Ogden. Estudió Hakomi con Ron Kurtz. La Terapia Sensorimotriz es el desarrollo de muchos años de trabajo clínico de la Dra. Ogden. Aunque se basa en los principios Hakomi, es su propio método y se centra en el trauma.